lunes, 30 de junio de 2008

Pensamientos de fe y de reso­lución.

Debe darle a su mente un nuevo y más positivo orden de ideas, y ello se logrará con la reiterada representación de ideas que le infundan la confianza.

En el ajetreo de la diaria existencia se hace necesario disciplinar los pensamientos si se pretende reeducar la mente, para hacer de ella una planta productora de poder. Es posible incluso, en medio del trabajo diario, llevar pensamientos reconfortantes a su conciencia. Déjeme contarle cómo una persona hizo esto usando un método úni­co. En una mañana de invierno vino a recogerme al hotel, en una ciudad del Medio Oeste, para llevarme a un pueblo que estaba a unas treinta y cinco millas de allí, a fin de que cumpliera con el compromiso de una conferencia. Subimos a su coche, que principió a caminar a bastante velocidad por la carretera resbaladiza; como iba un poco más rápido de lo que juzgué conveniente, le recordé que teníamos suficiente tiempo, para que fuera más despacio. .

-No se preocupe por la forma en que manejo - me con­testó -; antes, también, estaba lleno de toda clase de preo­cupaciones; pero me he sobrepuesto a ellas. Me daba miedo todo; me cohibía un viaje en automóvil o en avión, y si al­guien de mis familiares se marchaba estaba preocupado has­ta que volvía. Siempre tenía el preseutimiento de que algo malo iba a suceder y me hacía la vida insoportable. Estaba lleno de desconfianza en mí mismo y de sentido de inferio­ridad. Mi estado mental se reflejaba en mis negocios, los cuales no andaban muy bien; pero acerté con un magnífico plan que echó todos esos sentimientos de inferioridad fuera de mi mente, y ahora vivo con una sensación de confianza, no sólo en mí mismo, sino en la vida en general. En esto con­sistía «el magnífico plan»: Señaló hacia dos grapas sujetas al tablero del coche, inmediatamente debajo del parabrisas; metió la mano en la gaveta, de los guantes y extrajo un pa­quete de pequeñas tarjetas. Seleccionó una y la fijó en la grapa. Se leía: «Si tienes fe..., nada te será imposible.» (Ma­teo, 17 :20). Quitó aquella tarjeta, expertamente barajó de nuevo las tarjetas, con una mano, mientras manejaba, y es­cogió otra, que sujetó en la grapa. Esta decía: «Si Dios estácon nosotros, ¿quién podrá estar en contra?» (Romanos, 8 :31).

-Soy agente viajero - manifestó - y manejo todo el día visitando a mis clientes. He descubierto que mientras un hombre maneja pasan por su mente toda clase de pensamien­tos. Si su orden de ideas es negativo, tendrá muchos pen­samientos negativos durante el resto del día y eso, natural­mente, es malo para él. Tal era mi caso. Manejaba todo el día. Entre una visita y otra, pensaba con temor en la derrota e incidentalmente, por esta razón, mis ventas bajaban. Pero desde que uso las tarjetas mientras manejo, confiando las palabras a la memoria, he aprendido a pensar de manera di­ferente. La antigua inseguridad que me acosaba ha desapa­recido, simplemente, y en lugar de pensamientos cobardes de fracaso o inutilidad, tengo pensamientos de fe y de reso­lución. En verdad es maravillosa la forma como este méto­do me ha hecho cambiar: me ayuda, también, en los nego­cios, pues ¿cómo puede esperar alguien realizar ventas si mientras se dirige al lugar del negocio piensa que no va a lograr ninguna venta?

El plan usado por este amigo mío es de lo más sabio.

Llenando su mente con las afirmaciones de la presencia, el apoyo y la ayuda de Dios ha cambiado, en verdad, el proceso de sus pensamientos. Dio fin al dominio de sus prolongados sentimientos de inseguridad. Sus poderes potenciales fueron puestos en libertad. Nosotros construimos los sentimientos de inseguridad según la manera como pensemos. Si en nues­tros pensamientos fijamos constantemente la atención sobre siniestras expectativas de tristes sucesos que puede aconte­ cer; el resultado será sentirse siempre inseguro. Y lo que es aún más grave es la tendencia a crear, con el poder del pensamiento, la misma circunstancia que tememos. Nues­tro vendedor, efectivamente, creó resultados positivos por medio de pensamientos vitales de valor y confianza con su procedimiento de colocar, en el coche, las tarjetas frente a él. Sus poderes, curiosamente inhibidos, por una psicología de derrota, entonces fluyeron fuera de su personalidad, en la que las actitudes creadoras habían sido estimuladas.

La falta de confianza en sí mismo, aparentemente es uno de los grandes males que acosan a la gente de hoy en día. Se hizo, en una Universidad, una encuesta sobre estudiantes de psicología. A los estudiantes se les pidió que declararan el más difícil de sus problemas personales; el setenta y cinco por ciento señaló la falta de confianza.en sí mismo. Se puede admitir con seguridad que esa proporción es correcta para la población en general. En todas partes usted encuentra gen­tes temerosas en su interior, que rehúyen la vida; que su­fren de un profundo sentimiento de insuficiencia e insegu­ridad; que dudan de su propio poder. En lo profundo de ellas mismas desconfían de sus capacidades, para asumir responsabilidades o para aprovecharse de las oportunidades. Siempre están acosadas por el vago y siniestro temor de que algo malo va a suceder.
Tomado del libro
El Poder del Pensamiento Tenaz
Norman Vincent Peale

He aprendido a pensar de manera di­ferente.
Tengo pensamientos de fe y de reso­lución.
Este méto­do me ha hecho cambiar: me ayuda, también, en los nego­cios

1 comentario:

Rafamad435 dijo...

Excelente información.






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Trabajo en exhibiciones creativas en supermercados